Buenos Aires, una invitación inspiradora…

Cuando se habla de la Argentina, ciertas imágenes (y estereotipos) se hacen presentes casi de inmediato: los gauchos y el tango, por ejemplo. Si bien estas figuras –que mucho tienen que ver con el pasado nacional y con cierta imagen de su capital, Buenos Aires- tienen enorme peso al visitar este país, lo que realmente cautiva a muchos/as viajeros/as son sus bellezas naturales. La variedad de sus paisajes cubre desde los desiertos más septentrionales a la cordillera de los Andes en el sur; desde las Cataratas del Iguazú a la extensa Patagonia. Y, en el centro cultural e histórico del país, se alza Buenos Aires, la capital, una magnífica ciudad que sorprende tanto por su elegancia como por su cultura.

"A mí se me hace cuento que nació Buenos Aires. La juzgo tan eterna como el agua y el aire."

Estas palabras pertenecen al mundialmente renombrado escritor Jorge Luis Borges, nacido en la ciudad, cuya literatura contribuyó hondamente a construir una imagen de la urbe ligada a la primera mitad del siglo XX, con sus malevos, cuchilleros, espacios fronterizos, y uniendo la cultura local con las literaturas y las lenguas del mundo. Es que, para Borges, Buenos Aires en particular y la Argentina en general debían reclamar sus vínculos con las culturas y las tradiciones más disímiles, ya que esa mezcla es la que las volvía únicas. Buena parte de esta idea de la mezcla, lo heterogéneo –y heteróclito-, lo asombroso y lo cosmopolita es lo que cautiva hoy al visitante que llega a Buenos Aires. Sus calles y edificios muestran la fuerte impronta del urbanismo europeo y su centro, ampuloso por momentos y por otro conformado de pequeñas callecillas y pasajes, se asemeja a algunas capitales europeas. En tanto, sus avenidas bordeadas de árboles (jacarandás y palos borrachos entre los más bellos) y sus abundantes plazas evocan una elegancia desvaída y seductora. En el núcleo urbano, la Plaza de Mayo es el principal foco de actividad; allí han tenido lugar tanto discursos presidenciales y manifestaciones populares, como movimientos de reclamo y resistencia, entre los que el/la visitante recordará las rondas de las Madres de Plaza de Mayo, desde los tempranos años de la dictadura hasta bien entrada la democracia… Bordeando la plaza se encuentran la Casa Rosada (donde ejerce sus funciones el presidente y el Poder Ejecutivo) y fastuosos edificios construidos entre fines del siglo XIX y principios del XX, sede hoy de importantes bancos.

Catedral Metropolitana En cuanto a las calles cercanas que vale la pena recorrer, la avenida 9 de Julio, cerca de allí, es conocida como la más ancha del mundo, y en ella se encontrará un monumento que es ícono de la ciudad capital: el Obelisco. En tanto, la avenida Santa Fe es el lugar perfecto para ir de compras; las grandes marcas tienen también sus casas en la tradicional avenida Alvear y en el Patio Bullrich. La calle Corrientes –que conduce al Obelisco-, famosa por sus múltiples librerías y teatros, es el lugar ideal para perderse entre libros antiguos y contemporáneos y clásicos cafés (o chocolate con churros para los/as más golosos/as), otro de los atractivos de la ciudad. Si el/la visitante quiere conocer otra calle tradicional, de bellísimos edificios de principios del siglo pasado, no puede perderse una caminata por Avenida de Mayo, desde la Plaza de Mayo hasta el Congreso, otro de los edificios destacables por su majestuoso porte.

Entre otros atractivos de Buenos Aires se destacan la Catedral Metropolitana, donde se halla el mausoleo de José de San Martín, héroe nacional de la lucha por la independencia de Argentina; el Teatro Colón, uno de los templos operísticos, de ballet y música clásica más prestigiosos del mundo, recientemente remodelado. También lo aguarda toda una serie de interesantes museos, entre los que sobresalen el Museo Nacional de Bellas Artes, especialmente conocido por sus obras de arte argentino del siglo XIX y XX; el Museo del Cine y el Museo Histórico Nacional, que presenta un panorama de la evolución del país. Entre los más recientes, el Museo Eva Perón, en el barrio de Palermo, aguarda con un excelente recorrido por la vida y las lecturas que se han hecho de esta mujer fundamental en la historia reciente del país y del movimiento político conocido como "peronismo", y un bello jardín para descansar de las largas caminatas. También vale la pena acercarse al Museo Malba, que presenta una de las colecciones privadas de arte latinoamericano más importantes del continente y suele sorprender con innovadoras exposiciones de arte contemporáneo mundial. En tanto, para un recorrido más tradicional y pintoresco, el colorido barrio de La Boca, habitado desde fines del siglo XIX por inmigrantes italianos/as, con sus viviendas de madera de llamativos colores a lo largo del canal del Riachuelo y el Museo Quinquela Martín (uno de los principales pintores del siglo pasado), constituyen un recorrido tan agradable como obligado.

Buenos Aires también nos deleita con bellos y amplios parques arbolados donde descansar del trajín del recorrido; entre los más renombrados, el Parque Lezama (cercano a La Boca) y la Plaza Francia, donde también es aconsejable visitar la Iglesia del Pilar y el Cementerio de la Recoleta, otra de las atracciones de la ciudad. Allí se podrán visitar los mausoleos de algunos de los personajes más importantes de la historia nacional. Si lo que se quiere es estar al tanto de las últimas tendencias en diseño y moda, no puede dejar de visitarse el barrio de Palermo, con numerosos locales de indumentaria, objetos y muebles, así como librerías, bares, cafés y restaurantes de cocina internacional, otro de los puntos altos de la urbe.